La cantautora chilena dejó una impronta que aún no se ha extinguido en la música latinoamericana.
Violeta Parra nació hace 100 años. La compositora de Gracias a la vida es la folklorista más importante de Chile y su figura y sus canciones trascienden el ámbito nacional para iluminar toda la música escrita y cantada en español. Hija de un profesor de música creció en un ambiente rural y muy pronto sintió inclinación hacia la canción aunque también fue pintora, bordadora, escultora y ceramista. Comenzó a tocar la guitarra a los nueve años y a componer a los 12. En 1932, se trasladó a vivir a Santiago, invitada por su hermano Nicanor (futuro poeta) un año después de la muerte de su padre. Abandonó los estudios y formó junto a su hermana Hilda Las Hermanas Parra para ofrecer conciertos en bares y quintas de recreo.
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