martes 14 de agosto a las 19:30
Entrada Libre y Gratuita.
HADEWIJCH
Una obra maestra de extremos
Como artista de la soledad y la desesperación, Bruno Dumont es capaz de expresar de la manera más profunda en apenas un par de planos la energía interior de Céline, una novicia tan devota como para convertirse en el brazo armado de Jesucristo.
Artista de la soledad y de la desesperación, Dumont siempre se vio relacionado de una u otra manera con el cine de Robert Bresson, no tanto por su estilo o por sus temas como por la convicción de que en cada una de las acciones terrenales que filma es capaz de enunciar una manifestación del espíritu. La expresividad de los planos generales de Dumont sólo es equivalente a la de sus planos detalle, como cuando pasa de un helado paisaje rural a una frágil mano de mujer que aprisiona un rosario. Y de pronto, como si se tuviera acceso a un secreto olvidado, en ese corte directo se reconoce la herencia casi perdida de Bresson. Pero en Hadewijch, Dumont parece decidido, más que a dialogar con su maestro, directamente a entablar con él una discusión de orden teológico, al punto de que se permite corregir el trágico final de Mouchette (1967).
Salón de Actos del Pabellón Argentina
Ciudad Universitaria
(cupos sujetos a capacidad de la sala).
Florencia Monserrat (manejo de redes sociales).