«Miércoles 8 de abril de 2020»
«Existo. Eliana Daniela Reynafé. Me doy la vida y el derecho a vivir plenamente.
Soy mi mejor ejemplo a seguir y floreces. Mis pies se hunden en la tierra. Tengo un corazón
que me late y un aire que me respira. Las guías del ritmo perfecto en esta tierra. Quiero ser
como yo, con ese afán de contemplar la vida cada día y encontrar el cause y prenderme fuego
de amor.
Nadie puede repetirme ni copiarme, tengo derecho a manifestar aquello que de inaudito
traigo. Me doy el derecho a creer a mi propio modo y a indagar-me siempre en contacto con
mi mayor fidelidad a todos los aspectos de mi ser que pueden generar contenidos.
Hoy, soy mi padre y soy mi madre y soy todos mis ancestros tal y como han quedado inscriptos
en mi y tal como pueden tenerme en su ideal, para ver en mi crecer lo que de savia viva me
han otorgado. Soy el final de una cadena de vida, soy la obra más perfecta hasta el momento
consumada por este ADN. Soy el ejemplo a seguir de todos mis ancestros que en mi tienen la
misión de crecer.
Siempre hemos querido ser esta persona, esta mujer, Eliana Daniela Reynafé. Todo ha sido
siguiendo el anhelo de Ser que hoy es consumado en la más perfecta creación que hemos
conseguido luego de tanta existencia. Toda nuestra fuerza, todos quienes me han traído hasta
acá, están conmigo, se acuerpan aquí, afirmando mi existencia. Soy todo lo que todos mis
ancestros han querido… SER.»
Realizado por: Mundos de Dhyana
Viernes 10 de abril de 2020
LA TARTA DE QUESO DEFINITIVA
“La tarta de queso definitiva” está en el horno. Así decía la receta que me pasó mi hermano, la
que le pedí urgentemente después de ver la foto del bombonazo que envió por Whatsapp.
Lamentablemente esta tarta de queso definitiva es muy posible que quede en provisoria. Se le
está dando por aplanar la curva, target nada deseable en el mundo de las tartas, y, además,
algunos pedacitos de galleta cuya ubicación original estaba en la base, han decidido darse un
garbeo por la mezcla. Parecen asteroides venidos a menos atrapados en un mar pegajoso de
queso y nata muy poco dispuesto a ceder. No los compadezco; se hubieran quedado bien
pegaditos a la mantequilla del fondo al que pertenecen.
Igual, no me importa demasiado. Esta mañana leía en unas notas sobre
neurogastroenterología que el cerebro entérico, éste del que tanto se habla ahora, el cerebro
del sistema digestivo, sintetiza el 95% de la serotonina de todo el cuerpo. Esa misma con la
que tanta guerra nos dan, ésa que debería estar equilibrada si queremos ser felices y bla, bla
bla… Bueno, el 95% la generamos comiendo ¡Gracias Universo!
Y sí. Ahora entiendo todo. Ahora entiendo por qué alrededor de una mesa fue siempre para mí
el cielo en la tierra, el lugar más feliz.
Tartas de queso ¡vengan a mí! ¡las amo a todas! Solo que, yo, sí que lo hago, de manera
definitiva.
Por Zuriñe Cariñanos.
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