En el prólogo de «Ayotzinapa, horas eternas», Elena Poniatowska, la llama “la niña cocodrilo”, evocando una infancia en Villa María. Y ahora la adulta Paula Mónaco Felipe, hija de desaparecidos en 1977, periodista, escritora, argentina radicada en México, vuelve para reescribir otras historias.
“Esto no es casualidad, no creo que lo sea”, afirma en el patio del Centro Cultural España Córdoba. “Este libro es el documento sobre un crimen de Estado”, completa. “Lo que ocurrió en México está ocurriendo también en Guatemala, El Salvador. Países que están viviendo una situación humanitaria muy complicada”.
En septiembre de 2014 el mundo conoció la noticia de la desaparición forzada de 41 estudiantes en el estado de Iguala, 220 km al sur de la ciudad de México. Otros tres fueron abatidos por la policía y la noche de la masacre contabiliza 9 muertos.
“México vive su peor momento de desaparición forzada”, enfatiza. “Hay que poner atención a este tipo de casos. Se transforman en laboratorios de lo que viene. Son pruebas a las sociedades de hasta cuánto toleramos, qué permitimos y que no”.
La hija de Ester Silvia Felipe y Luis Carlos Mónaco, secuestrados en Argentina el 11 de enero de 1978, escuchó esta vez a padres, madres y abuelos que buscan a los estudiantes mexicanos.
Para ella, este libro es un reclamo de justicia: trabaja sólo desde la mirada de las víctimas. Pero también es una llamada de atención, un alerta que se lee en toda América Latina: “Mirar cualquier crimen de Estado que se cometa siempre es interesante para entender los problemas que están en juego en el mundo, más cuando en Argentina es algo que existió. Viendo que en México ocurre en democracia, no nos podemos considerar a salvo nunca”.