Antes de la pandemia, el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba aprobó la ordenanza que había enviado el entonces, recién asumido, intendente Martín Llaryora en donde declaraba “la emergencia económica, financiera y administrativa y social”, la cual habilitaba avanzar sobre los derechos y los haberes de los trabajadores municipales. A partir de allí, la actual gestión de la Municipalidad de Córdoba se encolumnó detrás de una política de ajuste que esta semana se materializó con 117 despidos de empleados de distintas áreas – cultura, educación, cementerio, entre otras – que tenían entre 3 y 10 años de antigüedad, gozaban de idoneidad y experiencia, y además habían rendido concurso para el cargo. La medida se toma en medio de la pandemia.

“Una trabajadora de cultura del CPC de Villa El Libertador se dio cuenta de la rescisión del contrato a través de la aplicación Ciudadano Digital. Le avisó a otro compañero del área de Cultura de la Municipalidad y ese compañero me avisó a mí”, comentó a Al Revés Guillermo Guerra, director de Radio Eterogenia del Centro Cultural España Córdoba. De esta manera o vía correo electrónico fueron notificados los trabajadores acerca del “cese de la relación contractual” en los términos de los “Artículos 8º y 9º de la Ordenanza Nº 7244”. El despido lleva la firma de la secretaria General, Verónica Bruera, quien es vicepresidenta del Colegio de Abogados de Córdoba y, según publicó Perfil , es “la mano dura” que eligió el intendente para llevar adelante el ajuste en la Municipalidad de Córdoba.

De acuerdo a lo que explicaron los trabajadores, la mayoría debería haber pasado a planta permanente porque, según la normativa, esto se concreta a los dos años de antigüedad. Sin embargo, el argumento que esgrimieron fue que le correspondía a la gestión anterior de Ramón Mestre firmar esa resolución y que “por algo no lo hicieron”. Sumado a esto, en muchos casos, no les reconocen los años que estuvieron contratados como monotributistas. El SUOEM presentó un recurso de amparo exigiendo la reincorporación de los trabajadores. Además, desde el miércoles hasta hoy viernes, realizaron marchas y movilizaciones en reclamo por los despidos, los recortes salariales – que alcanzan entre el 35 y el 50% y afectan a alrededor de 10 mil empleados – y el ajuste a los jubilados.

Peligra un medio de comunicación

El golpe al área de Cultura motivó un repudio muy fuerte de distintas organizaciones, entre ellas el Cispren – ATE, por lo que significa el despido de Guillermo Guerra, director de Radio Eterogenia. Un medio que está al aire desde hace diez años, cuyo funcionamiento depende de la operación de una computadora, tarea que realizaba el trabajador despedido. “Tiene más de 20 programas en vivo y más de 10 programas que editamos allí. Es una radio importante porque forma parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y es referente en la red de Latinoamérica”, lamentó el comunicador. “El cese del contrato de Guerra, es además, el anuncio prematuro del cierre de este medio”, sostuvo el comunicado del Cispren.