Cruz Morena expone su trabajo fotográfico en el Espacio La Realidad, del Centro Cultural España Córdoba.
“Lo que nos pasa a los migrantes es que nunca somos de donde estamos”, empieza Cruz Morena. Un trabajo sobre la migración hizo que su yo personal se convirtiera, se descubriera eso: soy un migrante.
Nació en La Plata, estudió teatro. Hizo documentales y fotografía. Ahora vive en Córdoba y habla de las migraciones. Un currículum que podría importar poco, porque afirma que en su mirada –“artística, de la vida”- hubo un antes y un después de fotografiar a Las patronas de La Bestia.
En 2013, viajando y haciendo talleres de teatro, se encontró con el Festival de La Bestia. El Tren de la Muerte, el Devoramigrantes, La Bestia. Serpiente de hierro cuyas vías nacen en el estado de Chiapas -estación a la que se suben los mexicanos y los que lograron llegar desde Guatemala, El Salvador y Honduras-, y continúa en Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
Las 20 horas de tren son duras y peligrosas, pero desaceleran el camino en las ciudades. Allí aparecen Las Patronas. “Así se gestó algo increíble y emocionante que es darle de comer, hasta a mil personas por día”, explica Cruz. En el año ´95 algunas mujeres comenzaron a arrojar la propia comida, que traían del mercado. Después fue un proyecto grande, que hoy alimenta a las más de 800 personas que pueden pasar en un día, las tres veces diarias que La Bestia rueda por Veracruz.
Las dos fotos de La Realidad son sólo un encuadre. Como toda muestra, busca ser lo más representativo de una historia que excede a su autor. En la primera, Norma, una de las patronas, espera por el tren. En la segunda, las mujeres en las vías -“poniendo el pecho”, dirá Cruz- con sus niños y un ramo de flores, que representa todo el poder de su feminidad.
Ojo de extranjero
“Si vuelvo a Tegucigalpa, no soy de ahí, porque no puedo estar tranquilo. Si estoy en México estoy en tránsito, en peligro; si estoy en Estados Unidos soy un ilegal”. El fotógrafo recuerda los diálogos con migrantes en los albergues transitorios. Allí se descansa del tren y se cuentan las historias.
“Voy a ser sincero. Esto me agarró desprevenido, no lo había pensado y no sabía cómo lo iba a atravesar. Fue un rayo, se me sigue enchinando la piel. Me cambio la forma de ver la vida y la fotografía. Pude ver, y creo que he retratado la alegría, y el amor con el que estas personas atraviesan ese infierno, ese viaje. Las historias son tenebrosas y oscuras, y sus sonrisas siguen siendo iluminadas. Las fotos están llenas de luz, colores, abrazos y alegrías».
«Estas personas están en tránsito, eso le da vertiginosidad al asunto. No están establecidos en su casa, contándote una historia. Están en un albergue, en otro país, con peligro, algunos enfermos, con los pies llagados de caminar. Ser atropellado por la realidad es parte de ser sincero con ella. No es que uno es un témpano, y solo aprieta el gatillo. Yo fui parte de eso, pude sentirlo y sentir esas sensaciones de ellos. Fui atravesado por la migración”.
Cruz recuerda que el camino por México empezó de la mano del teatro. Pero ya tiene ojo de migrante, y eso cambió sus propias fronteras personales: “Las Patronas son mujeres que vieron el hambre en otra persona y se pusieron a cocinar. Y no es que hicieron una obra perfomática en un centro cultural. Fueron, cocinaron, y les dieron de comer. Esa es la performance más grande”.
El relato de la foto se completa con la propia palabra de los entrevistados, un trabajo casi antropológico de cada vida migrante. Esas historias son el contrapunto de la foto, detalla Cruz, y explican lo que a veces no vemos, desde nuestra propia frontera de espectadores. “Quizá no llega a comprenderse, pero la foto de Norma, es representativa por cómo ella mira al tren. Tiene en su mano la comida, su trabajo, y no pasa el tren. Ella no tiene a quién dársela. Sucede que los migrantes a veces no están pasando más en el tren, por el programa Frontera Sur, que está regulando la posibilidad de subir. Y Norma se decía, ´si no están acá, donde están, si yo no les estoy dando de comer, quién ´. Estaba preocupada por ellos. No es una foto de ella en el acto exacto de darle de comer a un migrante, el rostro estudiando, el tren andando, no. Es una foto oscura, es ella esperando. Mostrando que pasa cuando ellos no están ahí. Son mujeres dando de comer, es simple, muy básico, increíble. Me pongo la camiseta de Las Patronas a morir”.
Para ver
Las patronas de La Bestia, de Cruz Lisandro Morena.
Espacio La Realidad, en Baños Mixtos, Centro Cultural España Córdoba.
Coordinador: Martín Villarroel.
Para escuchar
Desde el miércoles, Cruz Morena acompaña/charla/fotografía a Omar Hefling en CIUDAD SIN MAR. Desde las 10h, por eterogenia.com.ar (repite a las 22h).
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Contenido editado y publicado por Agustina Conci.
aconcicc@gmail.com
22-06-2016