La obra, estrenada por Mandrágora Teatro hace un año y seis meses, se despide del Teatro Real y de la cartelera cordobesa.
Dos mujeres huyen de una reclusión y llegan a la casa para iniciar una «nueva vida», pero el supuesto refugio se va transformando en una prisión, en un campo de batalla y, finalmente, en una tumba.
Cada personaje está encarnado por un actor y una actriz al mismo tiempo, lo que crea un juego de espejos deformados que remarca su fragilidad emocional y psicológica, produce una dinámica escénica que conjuga el drama, el humor, la ternura y la violencia, y deja al descubierto relaciones de amor-odio y codependencia en un clima enrarecido por el encierro.
Los intérpretes, Érika Janson, Nico Martínez, Marina Montedoro y Ger Dé, ponen cuerpo, energía y compromiso para que las acciones traduzcan cada duda, cada emoción, cada pliegue oculto de ambos personajes. Pablo Reynoso los acompaña con la música en vivo creando un espacio sonoro que rodea y encierra a actores y espectadores.
La dirección, dramaturgia e iluminación son de Rubén Andalor.
Última función de «Sabina y Lucrecia»
Sábado 24 de noviembre a las 21:30.
Sala Azucena Carmona del Teatro Real (San Jerónimo 66).
Entrada: $200 (en boletería del Teatro y en Autoentrada).